lunes, 25 de marzo de 2013

¿Escrache? SÍ, GRACIAS


Nuestros políticos han hundido la vida privada de millones de españoles, han reducido la privacidad de muchos a esconder la mirada mientras hacen cola en el comedor social, así que no creo, mejor dicho, me niego a que tengan derecho a quejarse de que les pongan pegatinas o griten consignas en sus portales. Quizá deberían pensar que al haberse llamado entre ellos asesinos, por citar sólo un epíteto de los que se han dedicado, ya sea en sede parlamentaria o en redes sociales, bien pudieron abrir los ojos a miles de ciudadanos que descubrieron que esos rebuznos escondían repugnantes verdades.  Para quien lo quiera buscar, la palabra asesinar tiene varias acepciones según la RAE. Nuestros políticos han sido responsables de acciones legislativas y ejecutivas bien planeadas, en complicidad con los poderes económicos, eliminando los riesgos que se podrían derivar para ellos mismos, y a sabiendas de que eso iba a causar pobreza, sufrimiento y muertes entre los ciudadanos a los que tienen la obligación de defender. A mí me encaja perfectamente con la primera acepción de asesinar.